Conversations in Spanish & Other Languages

Ep 156: Las interacciones del día con Raúl y Alba

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Alba: Hola a todos y bienvenidos a nuestro podcast de Conversaciones en español y otras lenguas. Yo soy Alba Sánchez de España y es un placer compartir con ustedes esta conversación y ayudarles a aprender español con nuestras conversaciones. Si quieren conocer más, en los apuntes del episodio, en las notas del episodio podrán encontrar el vínculo, el link hacia mi canal de YouTube El Español de Alba.

En esta ocasión tenemos el placer de contar de nuevo con Raúl de México, que ya es conocido y querido por todos nosotros. Hoy vamos a hablar sobre las interacciones en la tierra de Raúl en México. Ya sabéis que en la descripción de este episodio podéis encontrar las preguntas y el contenido adicional de esta conversación. Encantada de saludarte de nuevo, Raúl, ¿cómo estás?

Raúl: Muy bien Alba ¿tú cómo estás?

Alba: Pues ya ves, encantada de verte, sí, sí, te echábamos de menos por aquí.

Raúl: Sí, yo también estoy encantado de estar de vuelta.

Alba: Muy bien. Bueno, pues hoy vamos a hablar de las interacciones que ocurren entre personas en México y vamos a hablar especialmente de las que ocurren entre tú y tu familia, amigos, etcetera, pero vamos a hablar también un poquito de en general en México, como interactuáis.

Raúl: Perfecto.

Alba: Muy bien, pues vamos a empezar. Vamos con la primera pregunta directamente Raúl ¿tú a tus padres les hablas de una manera muy informal, los tuteas o les hablas de usted?

Raúl: Es muy informal siempre; toda la vida los he tuteado. Siempre los he tuteado. Tengo amigos de mi edad que sí les hablan de usted a sus padres. Es algo que he notado que varía.

Alba: Para ti es raro.

Raúl: Para mí es raro, muy raro.

Alba: Vale. Te iba a preguntar claro si dentro de tu generación tú dices que sí hay casos, pero era normal, por ejemplo, para la generación de tus padres hablarle a sus padres de usted.

Raúl: Sí, sí, era bastante normal. Bueno dato curioso, mi mamá sí les hablaba de usted a sus padres, pero mi papá no.

Alba: ¿Por la zona o por algo en general, en particular, perdón?

Raúl: Pues mi mamá viene de un entorno mucho más humilde y es de provincia y en la provincia generalmente se… creo que en la actualidad incluso es más común también hablar de usted a los padres mientras que mi papá no, él siempre fue de las zonas aledañas a la Ciudad de México.

Alba: Vale, ok. Y, por ejemplo, el contrario, es decir, si.. a los padres de tu pareja, por ejemplo, tú les hablarías de usted?

Raúl: En un principio sería así y ya dependiendo de si ellos me piden que los tutee o de cómo se vaya desarrollando la relación.

Alba: Vale, porque aquí lo que yo entiendo, por ejemplo, aquí en España lo común es eso, a tus padres es raro hablarles de usted si no eres de una generación muy antigua, o lo que sí he visto muy común es eso, hablarle a los padres de tu pareja de usted, a tus suegros, en este caso.

Raúl: ¿Tu tuteas a tus padres?

Alba: Sí, sí, sí, claro y a mis suegros también.

Raúl: Que bueno, ¿eso significa que la relación es cálida, no?

Alba: Sí, sí, es que es muy raro ustedear a alguien de 50 años o de 40 y pico es un poco raro para mi teniendo yo 20 años menos o 30 años menos.

Raúl: Sí, sí, para mí es, o sea, primero si les hablaría de usted por cortesía, porque así me enseñaron que se dirige uno a personas mayores en un principio y ya conforme se va desarrollando la relación, puede que cambie la dinámica.

Alba: Claro, exacto, eso me pasa a mí con las abuelas, con las abuelas de mi pareja. Bueno una de ellas, que es un poquito mayor que la otra, sí que empecé hablándole de usted y después empecé a tutearla y había confianza.

Raúl: ¡Qué bien! ¿Cómo se dio eso? ¿Tú la empezaste a tutear? ¿Ella te pidió que la tutearas?

Alba: Pues un poco llegamos a un acuerdo no verbal. Es como empezamos una relación, yo te hablo de usted y después vemos que tenemos confianza suficiente y que no es necesario y empiezo a tutear porque no estoy acostumbrada a ustedear tampoco.

Raúl: Ya veo.

Alba: Exacto, muy bien ¿entonces tú con tus padres de toda la vida?

Raúl: Toda la vida.

Alba: Perfecto. Y hablando de tus padres, ¿Raúl qué les dices por la mañana para saludarlos cuando los ves? Un “buenos días”, un “buenas tardes”, si te levantas después de las 12. ¿Cómo están? ¿cómo amanecieron?” ¿Qué les dices exactamente?

Raúl: Es una pregunta interesante, normalmente no nos saludamos de manera tan formal. Generalmente es de estas preguntas obvias de, "¿ya te despertaste o ya te levantaste?". La pregunta de cómo amaneciste normalmente viene si sé que pasaste mala noche, si sé que estuviste enferma o algo, es nada mas para ver como vas. Pero no, no realmente no hay un saludo formal y no recuerdo que nunca haya sido así, cuando era más pequeño…

Alba: Un buenos días.

Raúl: Ni siquiera unos buenos días.

Alba: Interesante.

Raúl: No, de hecho, cuando era pequeño era lo primero que escuchaba era un, "ya levántate", para ir a la escuela o algo así.

Alba: Muy agradable por la mañana.

Raúl: Muy agradable por la mañana. Pero no, y no es que la relación no sea cálida, sino que…

Alba: Sí, que hay confianza suficiente.

Raúl: Exacto, sí o sea, para mí saludarles con un buenos días sería mucha formalidad.  

Alba: Es interesante lo que dices también de las preguntas obvias, no, de, “¿ya te has levantado?”, sí, claro ¿qué hago aquí, no? Pero es una forma que tenemos de empezar una conversación muchas veces, también ocurre cuando alguna vez te han llamado al número, al teléfono fijo de tu casa y te han preguntado, “¿estás en casa?”

Raúl: Claro.

Alba: Pues sí, claro, pero es una forma simplemente de empezar una conversación.

Raúl: Sí, así es y, ¿tú cómo saludas a tus padres?

Alba: Pues, yo creo que hola por la mañana, hola o buenos días a veces sí, buenos días. Pero a veces incluso no había ni lenguaje verbal, es como un gruñido y ya está, depende de la mañana.

Raúl: Sí, sí, sí.

Alba: Claro. Muy bien. Bueno, has explicado un poquito para ti qué significa el "¿cómo amaneciste?" que es un poco cuando estás enfermo, no, lo dirías en otras ocasiones también? ¿Preguntarías eso por la mañana en otras ocasiones?

Raúl: Generalmente pregunto "¿cómo amaneciste?" si también sé que llegaste tarde de trabajar, si sé que saliste de fiesta también "¿cómo amaneciste?" a ver si no amaneciste con cruda, como decimos en México.

Alba: Sí.

Raúl: Algo por el estilo. Con parejas o potenciales parejas tiendo a ser atento y preguntar, "¿cómo amaneciste?".

Alba: Muy bien, claro. Yo creo que es un gesto también de cariño.

Raúl: Claro.

Alba: Muy bien, "¿has dormido bien?", "has descansado?" otras versiones también de, "cómo amaneciste?".

Raúl: Exacto.

Alba: Muy bien, Raúl. Si pasas la noche en casa de algún hermano, primo, tío, ¿qué les dices a ellos, por ejemplo, cuando los ves por la mañana? ¿Es otro tipo de saludo que con tus padres?

Raúl: Sí, sí, definitivamente, generalmente el saludo proviene por parte de ellos, aunque sea yo él que recién se levanta, ellos son los que saludan, "hola, ¿cómo estás? ¿cómo amaneciste?".

Alba: Sí, sí es parte de ser anfitrión en casa

Raúl: Exacto, sí. ¿Tú?

Alba: Yo creo que también un "buenos días", lo que pasa es que, claro, yo tengo un primo pequeño. Entonces mi primo tiene 13, este mes ya va para 14 y cuando se queda alguna vez en casa a dormir, en mi casa, pues digo, "buenos días Gonzalo. ¿Cómo has pasado la noche? ¿Has descansado bien? ¿Has dormido bien? ¿Has tenido calor?", ahora en verano, cualquier cosa. Si, "¿has pasado frío? ¿Has dormido bien? ¿Estabas a gusto?", simplemente para saber cómo es la experiencia de dormir.

Raúl: Claro, claro. Ahora que lo mencionas, mis padres actualmente viven en Veracruz y también tengo familiares que viven en Veracruz y es una zona cálida y húmeda y siempre que pasaba días allá con la familia, sí era muy común "¿cómo amaneciste?" o "¿pasaste calor?" porque están conscientes de cómo es el clima.

Alba: Yo creo que es una preocupación constante en zonas como las que tú dices, con mucha humedad, mucho calor. El hecho de que no pases calor, no, poner un ventilador o poner un aire acondicionado si es necesario para que la estancia sea lo más cómoda posible.

Raúl: Sí, y también pasa lo contrario cuando son en lugares muy fríos la gente ya está aclimatada, pero están conscientes de que uno no.

Alba: Claro, exacto, sí, sí. Qué bien, muy bien. ¿Qué pasa con los amigos? Por ejemplo, si hacéis una fiesta de pijamas con amigos, ¿cómo os levantáis?

Raúl: Las veces que recuerdo haberme quedado en casa de amigos ya fue de edad adulta y generalmente fue porque nos fuimos de fiesta. Entonces creo que la pregunta es, "¿qué tal la cruda?".

Alba: O directamente un "puff" por la mañana

Raúl: O entre amigos, ¿se puede usar el lenguaje altisonante aquí?, no lo sé.

Alba: Sí por supuesto.

Raúl: Perfecto generalmente es el saludo de, "¿qué pedo? ¿Cómo amaneciste? ¿Qué tal la cruda?"

Alba: Y tanto y tanto, sí, sí, sí o "¿te acuerdas de?" o "madre mía anoche". Simplemente no hay ni buenos días, directamente vamos al grano.

Raúl: Sí, sí, sí o de inmediato empezamos a hablar de anécdotas, de estupideces que hicimos.

Alba: Exactamente, es lo más natural, yo también lo recuerdo así, incluso adolescente también, nunca hubo un, "buenos días, ¿qué tal?" por la mañana con tus amigos no, no es lo normal.

Raúl: No, para nada, ¿cómo decimos si no te insulto no eres mi amigo no?

Alba: Eso es, correcto, estoy de acuerdo, muy bien. ¿Alguna vez has vivido con alguien, con un amigo o has compartido piso con compañeros?

Raúl: No, no siempre he vivido en familia o solo.

Alba: Y en caso de que compartieras, por ejemplo, de que te imaginaras compartiendo piso con alguien ¿cuál crees que sería ese saludo por la mañana?

Raúl: Yo me imagino que los primeros días sí sería un, "¿qué tal como estás? ¿Tienes hambre? vamos a desayunar", algo por el estilo y conforme pasara el tiempo ya sería más informal. Yo creo que llegará un momento en el cual ya ni siquiera nos saludaremos ya sería como mencionaste tu lenguaje corporal y ya.

Alba: Claro, sí, sí, sí.

Raúl: ¿Y tú?

Alba: Pues yo he tenido la oportunidad de compartir piso en dos ocasiones y una fue con gente de mi edad, otra fue con una mujer mayor que yo y en las dos ocasiones, como tú dices, al principio, un poquito más de formalidad, "buenos días, ¿qué tal la noche?" o cualquier cosa así o "¿qué planes tienes para hoy?" que también es una forma de empezar el día, pero después ya es como, “eh”, simplemente con la mirada, o con un gesto o con cualquier cosa ¿no?

Raúl: Claro, salvo que tengas algo que decir o que contar.

Alba: Eso es, claro sí, sí, quizás "¿qué hacen estos platos sucios aquí en el fregador?"

Raúl: Exacto.

Alba: Muy bien. Bueno, vamos con las expresiones que tienes tú, Raúl, para saludar, y en México también. ¿Tú tienes algunas frases o expresiones comunes que dirías que se usan en México para saludar a la familia y amigos?

Raúl: Yo siempre saludo con un, "¿qué onda?"

Alba: ¿Qué onda?

Raúl: "¿Qué onda?" o "¿qué pedo?" ¿Qué otros saludos hacemos?

Alba: Algo como "¿qué pasa?"

Raúl: No, realmente no digo que pasa, es "¿qué onda?" "¿qué pedo?" "¿quiobolas?" decimos también acá.

Alba: ¿Cómo se escribe esa palabra?

Raúl: Es quiobolas, es q u i o b o l a s.

Alba: Que es una palabra.

Raúl: Es una palabra.

Alba: ¿Y qué significa?

Raúl: Supongo que esto derivó porque antes también hay quienes usan la expresión, "qué hubo"

Alba: Qué hubo, vale.

Raúl: Después de eso se fue transformando un "quiobo" así todo junto y ya de repente alguien empezó a hablar "quiobolas".

Alba: ¡Qué maravilla de evolución!

Raúl: Sí, en el trabajo hay una expresión muy chistosa que si tú llegas y no saludas a tus compañeros, alguien te va a preguntar, "¿dormimos juntos o qué?"

Alba: No quieres saludarme ni verme, ¿no?

Raúl: Exacto, esta es la manera de exigir que te saluden. "que dormimos juntos o ¿qué?"

Alba: Me gusta, me gusta, vale, el quiobolas ¡madre mía! Me ha dejado loca. Estoy pensándolo todavía.

Raúl: Sí o también "¿qué onda?", "¿qué tranza?"

Alba: ¿Qué tranza?

Raúl: Si eso ya es más expresión de barrio. De hecho, va en tono así como, "¿qué tranza?"

Alba: Vale, vale. El “¿qué onda?" yo creo que es el más común, el que acostumbramos a oír en otros países cuando pensamos en México, en series, en películas. Yo siempre he escuchado "el qué onda".

Raúl: Sí, onda es una onda muy extraña, fíjate, se usa en muchos contextos. Decimos "qué onda" y "me saqué de onda", que significa me confundí o me pareció extraño.

Alba: Okay.

Raúl: "Agarra la onda", entiende.

Alba: Necesitas un diccionario solamente con onda, muchísimas acepciones.

Raúl: Sí, o "es toda una onda", es decir, es todo un tema.

Alba: Guau, okay, mucho, mucho. Hay que tener un listado de contextos donde se puede utilizar.

Raúl: Exacto. También puedo decir que tú eres buena onda.

Alba: Buena onda, claro, eso sí lo había escuchado, sí buena onda. Y con yo qué sé "¿qué onda con Miguel?"

Raúl: ¿Es qué le pasa a Miguel? O también supongamos que ayer me contaste que tuviste una discusión con Miguel y hoy te pregunto "¿qué onda con Miguel?" Es decir, ¿qué ha pasado? Pudieron resolver sus diferencias? Todo eso ya viene ahí.

Alba: El onda madre mía, ok, muchas ondas aquí. Muy bien de acuerdo, ¿qué pasa con los besos? ¿Es común daros besos en México para saludaros?

Raúl: Previo a la pandemia sí. En la actualidad es extraño, o sea. Yo no tengo tema con saludar de beso, pero más bien me espero a ver si la otra persona quiere saludar de beso o no. Yo no tomo la iniciativa.

Alba: Vale. ¿Dirías que es diferente con diferentes personas, por ejemplo, con tus padres, con tus amigos o con otros miembros de la familia?

Raúl: Con mis padres no, no acostumbramos a saludarnos de beso. Generalmente los besos son, por ejemplo, cuando te dan tu abrazo de cumpleaños o…

Alba: En ocasiones especiales.

Raúl: Exacto, con familia extendida, tías, primas sí, sí es común el saludo de beso.

Alba: Vale.

Raúl: Y con amigas.

Alba: De acuerdo. ¿Qué dirías… el beso es como dos besos, un beso o como funciona?

Raúl: Generalmente es uno; fíjate que yo tengo ese tema que normalmente no sé si poner la mejilla derecha o la izquierda y luego se torna una situación un tanto incómoda.

Alba: Sí, sí, sí, hombre, algunos picos, un besito en la boca, así como nosotros le decimos un pico y alguna vez también aquí tenemos confusiones y digo dónde giro, dónde voy y acabas dándote un beso sin querer y bueno, pues ya está. Pero sí, sí, claro, entonces es un beso. Es que yo siempre que pienso en familia y en besos, sobre todo en tías, no sé porque me viene esa figura. Me vienen muchos besos no solamente uno, de estas tías que te coge "Raúl, ¡qué guapo estás!"

Raúl: Sí, sí, sí, esa tía es mi tía Lupe.

Alba: Yo creo que es que todos tenemos esa tía, ¿verdad? Yo creo que sí.

Raúl: Exacto, pero bueno, ¿con demás familia o amigos también es generalmente un beso allá en Murcia?

Alba: Sí, dos en España, dos.

Raúl: Son dos, uno en cada mejilla.

Alba: Exactamente. Pero a veces no sabes si es uno, porque en muchas ocasiones, cuando tienes mucha confianza, puedes dar uno solamente. Dar dos se considera un poco más formal. Entonces a veces puedes dar uno y la otra persona quiere darte el segundo, tú no lo sabes giras la cabeza y aparece el pico, ese es el momento del beso en la boca, de la confusión.

Raúl: Claro, otra pregunta, ¿los hombres se saludan de beso?

Alba: No, normalmente no. Hay hombres que sí, no es lo común, pero no, generalmente es la mano. La mano o en el hombro o alguna cosa así, simplemente un cumpleaños, como tú has dicho, en ocasiones especiales que te dan un abrazo más íntimo y aparece un beso, quizá.

Raúl: Sí, sí, sí.

Alba: ¿Y en tu caso?

Raúl: No, tampoco, solamente, tengo un par de tíos que sí solían hacerlo y nada más, y sé de amigos y demás que sí en ocasiones especiales. Tengo un amigo que sí se saluda de beso con su sobrino. De hecho, bromea con él porque su sobrino ya está grande, está en preparatoria ahorita y luego, cuando lo va a dejar a la escuela nada más por avergonzarlo, "dame mi beso".

Alba: Hombre, es que eso ya es otro tipo de besos, no, eso ya es como venganza.

Raúl: Sí, exacto.

Alba: Pero es verdad, cuando es familia, no sé, a mí también me gusta dar besos en familia, sí, sí. Sin embargo, fíjate, hay gente que considera que el abrazo es más íntimo y también tengo estudiantes que me han dicho que en otras culturas ven los besos como muy íntimo y el abrazo no. Para mí es el contrario, el abrazo tiene un contacto físico con otra persona, cuerpo a cuerpo, y el beso puede ser simplemente un choque de mejillas y no tiene por qué haber contacto con los labios en la cara, no. Para ti, ¿qué acostumbras hacer con los abrazos?

Raúl: Solamente cuando son personas a las que estimo mucho, amigos cercanos o amigas, o sea, por ejemplo, anoche que salí con varios amigos, a las amigas si era de saludar de beso y darnos un abrazo. Cuando viví en California, allá no se saludan de beso para nada, pero me parecía extraño que acostumbran a saludar de abrazo.

Alba: ¿La primera vez?

Raúl: Sí.

Alba: ¿Si se conocen por primera vez?

Raúl: Exacto, si me presentaban con alguien, "ah, hola" y luego luego te abrazaban y para mí sí era extraño así de pues “espérate, no”. Ya con el tiempo me fui acostumbrando.

Alba: Pero, ¿dirías que los abrazos, por ejemplo, que te diste ayer con tus amigos y los que dabas en California, cuando conoces a alguien por primera vez, son diferentes en la distancia, en el contacto físico que se crea?

Raúl: Sí, sí, son diferentes porque, por ejemplo, los abrazos que yo di ayer fueron con afecto, mientras que los de allá son solo porque así se acostumbra saludar y ya, pero no necesariamente es alguien a quien estime.

Alba: Eso es y muchas veces también se nota en el contacto que tiene cuerpo a cuerpo. A veces me dan la sensación, o cuando yo lo veo, un abrazo como a tres kilómetros de distancia, se van a tocar solamente los brazos o alguna cosa así, pero no vamos a tener contacto cuerpo a cuerpo.

Raúl: Exacto, sí, sí, sí.

Alba: ¿Entonces tú consideras más íntimo el abrazo que el beso?

Raúl: Sí, definitivamente, definitivamente. Para mí el abrazo incluso puede ser algo muy bonito.

Alba: Sí.

Raúl: Dependiendo de quién venga, puede ser algo muy reconfortante, puede ser algo que la otra persona te está expresando afecto o alguien que te quiere cuidar o viceversa, alguien a quien tú quieres cuidar.

Alba: Alguien a quien llevas mucho tiempo sin ver también. La verdad es que es más íntimo para mí también.

Raúl: Sí, otra cosa, por ejemplo, aquí en México es común que entre hombres nos abracemos y cuando estaba en California eso no. De hecho, se incomodan si los abrazas mucho. Generalmente es bienvenido el abrazo si lo felicitas por algo o es su cumpleaños o algo, pero ya es así como que "a ver güey no, espérame, respeta mi espacio".

Alba: Entonces entre hombres, por ejemplo en California, ¿qué es con la mano?

Raúl: Es con la mano.

Alba: Vale. Y en México, ¿dar la mano en qué ocasiones dirías que es común?

Raúl: Todo el tiempo, para saludar siempre es común, cuando te presentan por primera vez con alguien es común. Obviamente, después de la pandemia ya es más común el choque de puños.

Alba: Vale, eso también.

Raúl: O el choque de codos.

Alba: ¿Todavía?

Raúl: Sí, sí, es extraño.

Alba: Si es menos personal también, no, me da la sensación de que en España, por lo menos después de la pandemia, han cambiado algunas cosas, pero todavía somos una cultura de, y yo creo que en Hispanoamérica es igual ¿no?, una cultura de contacto físico, de ser cariñoso, de estar al lado de otra persona y no podemos dejar atrás una tradición de tantos años.

Raúl: Claro, es difícil, está en nuestra sangre; es nuestra naturaleza.

Alba: Es verdad, estoy de acuerdo. Muy bien. Raúl cuando te vas al trabajo o a cualquier lugar y sales de casa, ¿qué dices para despedirte de tus padres o de algún familiar que esté en casa?

Raúl: Ya me voy.

Alba: Ya me voy.

Raúl: Ya me voy o al rato vuelvo o al rato regreso mejor dicho, o ¿has escuchado esta palabra de los mexicanos: el ahorita?

Alba: Sí.

Raúl: Ahorita vengo.

Alba: Ahorita que puede ser tres horas o cinco minutos.

Raúl: Sí, de hecho siempre que le digo a mi mamá, “ahorita vengo me”, dice no, “ahorita te vas”.

Alba: Eso es claro que no sabes cuando vas a volver. Claro, no das explicaciones de me voy con esta persona y vuelvo y voy a este sitio.

Raúl: No, era cuando era adolescente y sí, pues me tenía que reportar, pero ahora ya no, ya no es igual, ya los últimos años que viví con mis padres no, ya era de "voy a salir" "¿vuelves tarde?", "no lo sé" y porque en efecto no lo sabía.

Alba: Lo que surja.

Raúl: Exacto.

Alba: No dices como adiós, ni chao, ni luego nos vemos o hasta mañana.

Raúl: No, no solamente "ya me voy" y "ahí nos vidrios" como también decimos aquí.

Alba: ¿Cómo?

Raúl: Ahí nos vidrios.

Alba: Ahí nos vidrios.

Raúl: Es que hay muchas personas que en vez de decir nos vemos, luego dicen, “ahí nos vemos”, y en eso ese vemos paso a ser vidrios entonces ahí nos vidrios.

Alba: Todo lo que hay que aprender, por favor.

Raúl: Poco a poco.

Alba: Sí, no, desde luego de paciencia, sí, sí, vale, muy bien. Yo creo que para mí es cuando yo vivía con mis padres… hombre si hubiera sido por mi madre, hubiera hecho un reporte digno del FBI probablemente de dónde voy, con quién, pasarle el número del DNI y todo lo que sea necesario, pero yo creo que les decía adiós o luego nos vemos o no me esperes despierta o algo así, no. Y ahora con pareja sí que sí, que digo, pues voy a por el pan o voy a hacer deporte, no, luego nos vemos o cualquier cosa así.

Raúl: Si y tiene sentido, porque si no quieres preocupar a tu pareja si..

Alba: Claro, no vas a desaparecer por la puerta y “esta chica adónde va".

Raúl: Sí, ahora que lo mencionas con mis padres si llegaba a surgir que si iba al supermercado o algo, "voy al súper, ¿necesitan algo?"

Alba: Sí, si es información que te interesa dar sino es me voy y ya está.   

Raúl: Exacto.

Alba: Muy bien, muy bien. ¿Y qué pasa cuando te vas de una fiesta? cuando te despides de tus amigos que dices "hasta aquí hemos llegado".

Raúl: Depende de los amigos porque luego hay amigos que no quieren que te vayas, no te quieren dejar ir a la fiesta. No falta el borracho necio que no te quiere soltar.

Alba: "Una más y una más".

Raúl: Sí. en estos casos pues hago como Batman y me desaparezco.

Alba: Muy bien, bomba de humo, eso es lo mejor.

Raúl: Sí, pero no, "ya me voy" o "nos vemos".

Alba: ¿Ya te vas? ¿Ya te vas?

Raúl: ¿Por qué tan temprano?

Alba: Claro, claro, temprano son las tres, no, por qué tan temprano en la mañana.

Raúl: Sí, "apenas se pone bueno, ¿por qué te vas?" Tengo que descansar. Yo siempre pongo el pretexto de que "es que me tengo que levantar temprano", con eso me dejan de molestar.

Alba: Sí, es que es verdad que siempre hay alguien así que te pide una más, una más.

Raúl: Sí, y dependiendo de la cantidad de gente ya sea que me despida de varios así de bye…

Alba: Ya, claro, con la mano.

Raúl: Con la mano o si no, paso uno por uno a despedirme.

Alba: Claro, depende sí, sí eso es. Depende del lugar donde estés, no, también. Si hay más formas de comunicar o luego está la música muy alta y no puedes decir "chao", claro.

Raúl: Claro. Salvo que a lo mejor si tengo algo importante que decirte o algo, si me acerco y te hablo al oído si está muy fuerte la música.

Alba: Sí, para mí es igual. Yo creo que es un adiós general de bueno ya me voy, y siempre está el típico de "una más, una más" y yo es como "no, no, no, no, no, me voy" y me voy cuando digo me voy es me voy, ya está.

Raúl: Sí, sí, exacto.

Alba: A veces no quieres ser maleducada y no quieres parecer estúpida. No quieres ser estúpido con nadie, pero es que quiero irme, ya está.

Raúl: Sí, el cuerpo te pide descanso, no lo puedes ignorar.

Alba: Muy bien, muy bien. Bueno, ¿es común en México, por ejemplo, saludar a la gente por la calle con un buenos días, buenas tardes, buenas noches?

Raúl: Sí, sí, es común. Yo por ejemplo aquí en el vecindario solamente con los vecinos con los que me llevo bien o con los que ya he tenido cierta relación, no con todos y generalmente es por iniciativa de ellos. Yo rara vez saludo así porque sí. Si llego a entrar a una sala o a algún espacio si saludo, aquí en México tenemos como transporte público lo que llamamos combis, que son vans o furgonetas y en esos espacios sí es común que al subirte saludes con buenos días o buenas tardes.

Alba: Porque es más chiquitito, es pequeño.

Raúl: Porque es chiquitito, íntimo, cosa que no ocurre en un autobús.

Alba: Sí y luego, por ejemplo, como tú has dicho cuando entras a una sala de espera en un hospital o en un lo que sea, en un dentista, por ejemplo.

Raúl: Sí, buenos días, buenos días, tardes o por ejemplo, en el contexto de una sala de espera, "buenos días ¿quién es el último?" para saber después de quién vas.

Alba: Sí, sí, pero nunca dirías un, "¿qué onda?", en una sala de espera?

Raúl: No solamente es para gente que conozco.

Alba: "Qué onda con los dientes? ¿Te duele mucho?"

Raúl: Si no, van a decir "este güey que tomó o que se fumó"

Alba: Sí, probablemente es un poquito más formal un buenos días o buenas tardes.

Raúl: Sí, correcto. ¿Y tú?

Alba: Yo creo que también, sí, igual un buenos días, buenas tardes es lo más común. Ni siquiera un, "¿qué tal?" Bueno, a veces qué tal como general no para obtener una respuesta específica, sino como "qué tal?" Eso es, "hola" también.
En el caso de que, por ejemplo, alguien quisiera preguntar o tú quisieras preguntar algo a una persona en la calle, o una dirección, o dónde está un lugar o alguna cosa así, ¿cómo la pararías? y qué le dirías a esa persona?

Raúl: Si veo que es una persona mayor, “buenos días, ¿disculpe cómo puedo llegar a tal sitio?" Si es una persona de mi edad o más joven aquí se acostumbra mucho a dirigirte a un extraño diciendo amigo o amiga. "Oye, amigo disculpa, ¿me puedes dar tu hora, por favor?"

Alba: Vale, ya has cambiado. ¿Has visto que al principio has usado la forma usted y luego has tuteado no?

Raúl: Sí, sí, sí, si me voy a dirigir a un hombre, por ejemplo, esto lo uso mucho en el gimnasio, donde hay mucha testosterona a veces entonces, para apaciguar las cosas siempre es, "hermano disculpa, ¿podemos compartir la banca?", ya con eso ya es como decir vengo en son de paz.

Alba: No vengo a atacar tu territorio, vengo, no soy León, okay.

Raúl: Exacto, sí.

Alba: Vale.

Raúl: Sí o si estoy en un vecindario que no se ve muy agradable, donde ya sabes luego se juntan chavos y tienden a ser territoriales también "oye hermano, disculpa" y es así como que no vengo a invadir tu territorio.

Alba: También lo que estoy viendo, que los oyentes no lo ven, es el lenguaje corporal, no. Tú estás haciendo así, con las manos de calma, calma y además es como tender a subir los hombros para hacerte un poco más pequeño "oye, perdona" cuando quieres interactuar o vas a pedir algo.

Raúl: Sí, claro sí porque los hombres tienen que ser muy, muy agresivos todavía ¿no?

Alba: Muy bien. Vale, entonces un perdona si es persona mayor y hablar de usted y un amigo que parece un poco más cercano también para alguien de tu edad.

Raúl: Correcto. Perfecto.

Alba: ¿Y qué pasa si quieres interactuar con un trabajador? si por ejemplo, vas al supermercado y quieres preguntar algo sobre un producto cómo comienzas la interacción?

Raúl: “Disculpe caballero ¿en dónde encuentro el café?”

Alba: Disculpe caballero.

Raúl: Sí, sí ese caballero yo lo tomé porque cuando yo estaba viviendo en California yo trabajé como mesero y en ocasiones llegaba gente de habla hispana al restaurante y con mexicanos pasaba mucho, nosotros usamos mucho el oye, pero a mí como que se me hace grosero de repente hablarle a alguien así oye, oye. Un día llegó un señor argentino súper respetuoso, el señor súper formal, se dirigió a mí y me dijo "disculpe caballero, ¿me podría regalar más cremas?", dije eso suena bien, lo voy a empezar a implementar yo.

Alba: Muy bien, claro. La verdad que el oye sí que hay mucha gente que lo utiliza aquí también, pero a mí se me hace igual que a ti, muy coloquial e incluso a veces despectivo si es hacia un trabajador.

Raúl: Exacto, lo puedes usar con amigos y creo que no hay problema, por supuesto, pero con un trabajador justo suena despectivo.

Alba: Sí, sí, sí.

Raúl: No, no está padre.

Alba: No, no, en absoluto, yo he escuchado aquí barbaridades realmente hacia los camareros, sobre todo camareros, es decir que no es un perro, ni es un animal, ni es un… es una persona que está trabajando en esta ocasión, pero está trabajando como tú trabajas también.

Raúl: Claro, claro.

Alba: Sí, sí, sí. Yo creo que el disculpe caballero aquí también se utiliza bastante.

Raúl: Sí y si es mujer… fíjate que esto es curioso porque no sabes si es señorita o señora, luego la ves muy joven y resulta que ya es señora.

Alba: Vale, porque para vosotros depende si es casada o soltera.

Raúl: Correcto

Alba: ¿No es por edad?

Raúl: No, no es por edad. Yo lo uso por edad, o sea, si desconozco tu estado civil y te veo joven, señorita.

Alba: Claro, claro.

Raúl: Hay mujeres mayores que son solteras y si tú les dices señoras, te dicen "no, soy señorita".

Alba: Vale claro, es que aquí… por lo menos para mí, yo no lo utilizo con el estado civil, si está casada o está soltera, sino con la edad. Entonces, por ejemplo, cuando te dicen señora y tú tienes 25 años, pues... ya me entiendes, ¿no?

Raúl: Claro.

Alba: Pues el señora te lo guardas tú para quien quieras, ¿no?  Pero sí y en muchas ocasiones mi madre, que pues ya pasa los 50, a veces le dicen señora y se queda "¿cómo qué señora, qué me ves tú vieja o qué?" y “mamá, por favor, que ya tiene más de 50 eso es por respeto no es por ofenderte, es por respeto”.

Raúl: Sí, es curioso. Hace no mucho tuve esta conversación con unos amigos que sí nos duele cuando nos dicen señor o señora.

Alba: Tú ya has pasado esa línea, Raúl ¿ya te llaman señor?

Raúl: Ya me pasa cada vez con más frecuencia, pero recuerdo la primera vez que me pasó que estaba yo muy joven. Es que era un niño pequeño y yo creo que este niño debió haber tenido unos cuatro o cinco años y yo tenía 13 o 14 entonces me dijo "señor", dije bueno tiene lógica el me vio como un gigante.

Alba: Claro, completamente.

Raúl: Pero sí, sí fue extraño. Después de adolescente escuchaba al señor cuando me regañaba algún profesor en la escuela, "a ver señor bla bla bla bla" y ya por ahí de los 25-26 ya era, no sé, la cajera del súper o algo que ya me llamaba señor y si era así de "oye, ¿qué te pasa? ¿No? "

Alba: Claro, si la del súper te llama señor ya es que no hay vuelta atrás.

Raúl: Sí, ya.

Alba: Es verdad, pero me da la sensación de que caballero, por ejemplo, es algo un poco más neutro ¿no? No sabes si la persona tiene, o por lo menos para mí, de 20 a 80 a 90.

Raúl: Claro, sí, ahí sí no hay distinción de edad.

Alba: No es como señor, ¿no?, señor suena mucho más grave, mucho más fuerte.

Raúl: Sí, sí a mí no me agrada que me llamen señor.

Alba: Caballero con Raúl, muy bien.

Raúl: Sí, sí, sí.

Alba: Muy bien. Y por ejemplo, si hablamos de otro tipo de… hemos hablado de camareros o de personas que trabajan en un supermercado, pero si hablamos de una persona en una tienda o un centro comercial y estás buscando el baño, por ejemplo, ¿cómo vas a empezar también esa interacción? ¿Igual que con el supermercado?

Raúl: Sí igual "disculpe, ¿los baños?"

Alba: Simplemente, ¿no?, los baños y ya está, no necesitas ¿dónde están?

Raúl: No, como que ya va implícito en la pregunta.

Alba: Efectivamente, sí, sí, sí, muy bien. Muchas veces los estudiantes se complican mucho en preguntar a dónde está o cualquier cosa o ¿cuál es la estructura? Muchas veces”, los baños, por favor" ya está.

Raúl: Sí, claro, porque hace muchos años yo enseñé español también y es que sí, sobre todo con los anglosajones están acostumbrados a preguntar oraciones completas y ellos entienden que la manera de ser cortés es también formulando preguntas completas en español cuando nosotros sí dependemos mucho del lenguaje corporal o de la entonación.

Alba: Completamente, sí, sí, sí, es verdad. Para mí también yo creo que aquí diría "perdona", yo creo que el perdona se utiliza igualmente con usted y con tú. Yo siempre digo "perdona ¿puedes decirme dónde está el baño, por favor?" o "perdona ¿sabes dónde están los baños?", algo así.

Raúl: Claro.

Alba: Sí, algo así. Y cuando, por ejemplo, hemos puesto antes el ejemplo del dentista, ¿no?, para saludar a la gente que está dentro de la sala de espera de la clínica. Pero, ¿qué ocurre cuando te refieres al dentista en sí, al profesional, al médico o a un dentista? ¿Hablas de usted o hablas de tú?

Raúl: Es muy extraño. Yo hablo de usted, pero ya estoy en una edad donde ya me encuentro con los médicos que son más jóvenes que yo. Entonces sí, sí les hablo de usted, pero se siente muy extraño. Hace no mucho mi doctora de cabecera, creo que es de mi edad si no es que es más joven, y ella ya me empezó a tutear, pero a mí me cuesta trabajo hablarle de tú.

Alba: Es que muchas veces el hablar de usted en esta ocasión no es por la edad, sino por también la jerarquía, en cierto sentido, entre comillas, que se crean en la sala.

Raúl: Claro, sí, sí, sí, es curioso, como que el título que tiene, su título profesional si les da cierto estatus.

Alba: Verdad, sí, sí, pero fíjate, yo acostumbro a hablar de tú siempre a los médicos, aunque son mayores que yo siempre he tenido médicos mayores que yo, porque claro tengo 28, entonces tampoco es común encontrar gente de mi edad siendo médico ya, pero nunca, nunca he hablado de usted. Yo creo que está en mi generación que no acostumbramos a ver esa jerarquía tampoco con médicos.

Raúl: Qué curioso.

Alba: Sí.

Raúl: Cuando he tratado con médicos especialistas, solamente cuando ellos son muy extrovertidos y como que te invitan a bajar la guardia, por decirlo de alguna manera, es cuando ya empiezo a tutear.

Alba: ¿Y tú siempre recibes un trato de usted también por su parte? o bueno, en el caso de tu médico de cabecera, es de tú, pero en otras ocasiones.

Raúl: Generalmente es de usted… bueno, es que depende. Sobre todo, si es hombre, generalmente me hablan de tú, si son mayores que yo. Y en el caso de las mujeres, yo diría que 50/50 algunas me hablan de tú, otras me hablan de usted.

Alba: Que curioso. Muy bien, muy bien.

Raúl: Nunca lo había pensado.

Alba: Claro, es que es una cosa que sí, que hay que pensarlo, hay que pararte a pensar. Distinto para ti, por ejemplo, ¿es una entrevista de trabajo? para hablar de tú, usted.

Raúl: Sí, deja recuerdo.

Alba: Trámite de gobierno o alguna otra situación formal.

Raúl: Trámites de gobierno siempre es usted, siempre es usted así sea una persona considerablemente menor que yo, es usted.

Alba: Vale.

Raúl: Y perdón ¿cuál era la otra situación que me contaste?

Alba: Entrevistas de trabajo.

Raúl: El último proceso de contratación en el que estuve, haciendo memoria, primero me entrevistó el reclutador de Recursos Humanos. Él era joven y me empezó a hablar de tú y yo igual hablé de tú. Después me pasaron a que me entrevistara con quien iba a ser mi jefe directo y este cuate era muy alivianado, entonces luego fue de tú.

Alba: Okey.

REVISADO 47:50

Raúl: Sí, pero… creo que he usado el usted cuando son considerablemente mayores que yo y si tienen un puesto de mucha jerarquía. Recuerdo en otro proceso primero fue Recursos Humanos ese fue tú, después fue mi jefe directo también, o quien iba a ser el gerente del área también fue de tú, pero después me entrevistó el director de la empresa y este señor yo creo que ya tenía mínimo 50 años y aparte su semblante era muy formal también; o sea, no sé como que la gente transmite cierta vibra que tú de inmediato sabes cómo dirigirte a ellos.

Alba: Estoy de acuerdo, es verdad, también por la ropa, por la actitud, por el lenguaje corporal, por la expresión de la cara también, incluso. Ya sabes, si tienes que tutearlo o ustedearlo como tú dices.

Raúl: Así es.

Alba: Sí, sí, sí yo creo que también aquí, en los procesos de entrevistas de trabajo, yo creo que esperamos un poco a ver cómo nos tratan ellos. Cuál es el tratamiento que tienen ellos hacia nosotros. Si ellos te tutean, pues tú también vas a tutear y si ellos hablan de usted, pues vas a seguir hablando de usted.

Raúl: Correcto.

Alba: Sí, sí, sí es un poco una distancia, ¿no?, cuando se habla de usted se crea, además de esa jerarquía que puede haber, una distancia entre somos personas desconocidas.

Raúl: Sí, sí, sí, sí. Es como decimos aquí en México, “tú vas midiendo el agua”.

Alba: Completamente es verdad, exacto muy bien, muy bien. Bueno, pues llegamos ya casi, casi al final.

Raúl: Qué triste.

Alba: ¿Has visto? Es que se ha pasado súper rápido. Siempre se pasa muy rápido contigo Raúl y como estamos llegando al final, pues vamos a hablar de despedidas. Entonces a mí me gustaría saber, Raúl, qué frases utilizas para despedirte porque hemos hablado de situaciones con amigos, con familia. ¿Pero qué pasa en situaciones más formales o con personas que acabas de conocer?

Raúl: Hasta luego, me retiro.

Alba: Me retiro.

Raúl: Me retiro, sí, fue un placer, un gusto. Y ya con amigos usamos mucho para despedirnos el cámara en esta parte de México que es muy de barrio esa expresión.

Alba: Solamente cámara.

Raúl: Cámara.

Alba: Vale, vale.

Raúl: Y bueno, de ahí vienen otras expresiones derivadas de cámara. Hay quienes dicen "cámara, pivote y ring" un amigo y yo decimos "camarita rita" pero así es el cámara con los cuates y sino es este, "sale, ya me voy".

Alba: ¿Sale? como en tercera persona.

Raúl: Sí, sí, en tercera persona y de hecho no estás pensando en nadie solamente es la mera expresión "sale".

Alba: Chao, ¿utilizáis un chao también?

Raúl: Nunca, nunca he escuchado chao es: adiós, ya me voy, ahí nos vidrios.

Alba: Sí también claro. Me ha gustado la de sale, dices quién ¿no?, quién.

Raúl: Sí, sí, y puedo entender cómo puede sacar de onda a alguien.

Alba: Vamos, a mí completamente dices "sale", "¿quién, dónde, a quién?" Eso sí es verdad, pero me doy cuenta de que sois muy originales, para crear saludos, despedidas, siempre con rimas, con expresiones.

Raúl: Sí, sí, la verdad es que sí somos muy creativos aquí con el lenguaje.

Alba: Eso está genial es que es fantástico. Y luego que a veces se quedan desfasados algunos saludos y despedidas y tienes que actualizarte, ¿no? Hay veces que escuchas a alguien decir una despedida y dices, “Dios en qué siglo se ha quedado esta persona”.

Raúl: Sí, o luego te encuentras con alguien más joven que dices "caray".

Alba: No entiendo nada, exactamente sí es verdad.

Raúl: Y tú como te despides de manera formal.

Alba: ¿De manera formal? No acostumbro mucho a decir adiós. Bueno sí, en clase sí que digo adiós, la cosa es que yo nunca digo solamente una despedida, me doy cuenta de que digo varias. No digo adiós y ya está. Es "bueno nos vemos, hasta pronto, que tengas una buena semana, adiós". Es una retahíla de cosas.

Raúl: Si, ahora que lo pienso, creo que el adiós lo uso si estoy digamos que estamos en una reunión de amigos y llegan amigos de mis amigos cuando ellos se despiden ahí sí acostumbro a decir adiós. Supongo que porque no espero volver a verlos.

Alba: Claro. A mí también me da esa sensación el adiós es como, no sé cuándo te voy a ver, no sé ni siquiera si te voy a ver en otra ocasión en mi vida. Adiós es cerrar, cierra un poquito más que un hasta luego o un hasta pronto.

Raúl: Claro.

Alba: Exactamente. Entonces para mí es como una retahíla de cosas y luego con amigos, pues un chao que sí que acostumbramos a decir chao. Hay una frase de los Simpsons que utilizo con mi grupo de amigos que es, "hasta que nos olamos" que es lo que dice Nelson en un episodio.

Raúl: Okay, okay.

Alba: Until I smell you, hasta que nos olamos.

Raúl: Si no lo había escuchado eso y es que aparte sé que el doblaje en España es muy diferente al de América Latina por eso no recuerdo haber escuchado a Nelson decir eso.

Alba: Pues sí en un episodio sí que dice esto en español de España, y entonces decimos, "hasta que nos olamos" y ya está. La verdad es que se utiliza hasta luego, hasta pronto, nos vemos o pues ya nos vemos el miércoles si sé que nos vamos a ver el miércoles o alguna cosa así.

Raúl: Claro, sí, sí hay algo ya acordado. Bueno, hay veces que el "sale" lo acompañe con un, "sale bye"

Alba: Bye, ok el bye no lo utilizo

Raúl: Pero así todo junto, "sale, bye"

Alba: Muy bien, muy bien. Pues Raúl, nos vamos.

Raúl: ¡Qué triste! Qué triste porque me la estaba pasando muy bien

Alba: Yo también la verdad es que sí es que es un placer siempre verte. Y es que tienes tantas cosas interesantes que contar que yo me quedaría aquí horas, pero sí.

Raúl: Sí, sí, sí, hay muchísimo porque también de ti aprendo muchísimo.

Alba: Lo mismo te digo, lo mismo te digo, pues ha sido un auténtico placer, como siempre, tenerte por aquí. Espero verte prontito y sale.

Raúl: Sale pues. Sí, yo también encantado, pues espero estar de vuelta pronto.

Alba: Gracias, Raúl. Nos vemos.

Raúl: Bye.

Alba: Chao

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